Los bozales para perros pueden parecer controvertidos porque se asocian injustamente a “perros agresivos”.
Pero la mayoría de los expertos caninos coinciden en que, en algún momento de la vida de un perro, puede haber una situación en la que el dueño necesite ponerle un bozal. Puede ser por la seguridad del propio perro, de una persona o ambas.
¿Cuándo es apropiado usar un bozal para perro? La
American Kennel Club (AKC) comparte algunas situaciones que ameritan el uso de un bozal para perro.
Es mucho más probable que un perro herido o asustado muerda. Particularmente si necesitas moverlo o tratarlo de alguna manera.
El uso del bozal te mantendrá a ti y a cualquier persona que ayude al perro a salvo de cualquier agresión.
Si tu lomito es agresivo y/o ha mordido a otro perro o a alguna persona en el pasado puedes usar un bozal por seguridad.
Incluso puedes usarlo si tu perro no ha mordido a nadie pero crees que existe el riesgo porque suele abalanzarse a perros y personas.
Sin embargo, el bozal no resuelve el problema, simplemente ayuda a mantener a todos a salvo mientras se trabaja en la modificación del comportamiento con ayuda de un adiestrador canino, veterinario o etólogo.
En realidad el objetivo debe ser cambiar el comportamiento y la mentalidad del perro.
El bozal es solo una herramienta temporal para ayudarlo a lograr ese objetivo.
Puede haber situaciones específicas que molesten o estresen mucho a tu perro, como la visita al veterinario o la estética, por ejemplo.
Si te preocupa que pueda morder, considera el uso temporal de un bozal. En este caso, la modificación del comportamiento también es necesaria para una resolución a largo plazo.
Parece obvio, pero los bozales se utilizan para evitar las mordeduras. No son herramientas para prevenir comportamientos problemáticos.
No uses el bozal para perros para evitar que tu lomito ladre, mastique o deje de hacer otros comportamientos continuos.
Un bozal solo debe usarse por periodos cortos de tiempo y solo bajo tu supervisión. Recuerda que es una herramienta temporal, no una solución.
Si realmente quieres que tu perro progrese y supere los comportamientos problemáticos debe tener un adiestramiento canino constante y/o un trabajo con un etólogo. La ayuda de expertos siempre es la mejor opción.
Tampoco uses el bozal como castigo. Esto no contribuirá a solucionar el problema de fondo y, más bien, tu perro aprenderá a asociar el bozal con el castigo.
Existen dos tipos principales de bozales. Debes asegurar que le ajuste correctamente a tu perro para garantizar un uso seguro y efectivo.
Bozal de cesta
Este bozal parece una canasta atada al hocico del perro. Puede estar elaborado de cuero, alambre, plástico o caucho y su apariencia de “rejas de prisión” no causa confianza, pero en realidad es el mejor bozal para perros porque no mantienen el hocico completamente cerrado.
La mayoría de estos bozales permiten que los perros abran la boca para jadear, beber y comer. Algunos incluso tienen ranuras en los costados para que puedas deslizar una que otra golosina.
Bozal de hocico suave
Por lo general están hechos de tela como nylon o malla, y hasta cuero. Los bozales suaves envuelven la boca del perro y la mantienen cerrada.
Este diseño es menos cómodo y potencialmente peligroso porque evita que el perro jadee, y recuerda que el jadeo es la única forma que los perros tienen para dispersar el calor.
Por esta razón, estos bozales solo deben usarse durante periodos muy cortos de tiempo y nunca cuando hace calor.
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