Cómo Lograr Que mi Perro ya no Sea Reactivo
Introducción
Buenas noticias: disminuir la reactividad en un perro es posible. En un artículo anterior te explicamos las diferencias entre reactividad y agresividad, y en este abordaremos dos técnicas de
adiestramiento canino para lograr que tu perro ya no sea tan reactivo: el contracondicionamiento y la desensibilización.
Estas técnicas de adiestramiento canino ayudarán a que tu perro esté tranquilo aún en presencia de estímulos que suelen detonar su comportamiento reactivo.
Estos estímulos pueden ser otros perros, niños, adultos con ciertas características específicas (con gorra o lentes, por ejemplo), ruidos fuertes, personas desconocidas, etcétera.
¡Ayúdale a tu perro a superar sus emociones negativas!

El contracondicionamiento es un método para cambiar los sentimientos que tiene un perro sobre una experiencia o estímulo por sentimientos positivos.
Por ejemplo, en lugar de percibir a otros perros como una amenaza, el perro debe aprender a verlos como una oportunidad para ganar un juego o un premio. La clave es el cambio de percepción.
El contracondicionamiento consiste en emparejar cada presentación del estímulo con algo que a tu perro le parezca fabuloso. Determina qué le gusta muchísimo a tu perro y asocia ese artículo o actividad con el estímulo. Es difícil que tu perro se asuste cuando en su mente ya está anticipando algo bueno.
Pero a veces esto no es suficiente. Si un perro está demasiado nervioso o aterrado es probable que no quiera comer ni jugar. Entonces, ¿Cómo puedes emparejar el estímulo con el premio cuando tu perro no está interesado?
El truco está en mantener la respuesta emocional de tu perro lo suficientemente baja como para que no afecte su comportamiento. A esto se le conoce como “mantener al perro por debajo del umbral”, es decir, cuando tu perro aún no se descontrola.
Ejemplo: si tu perro le tiene miedo a otros perros, empieza el ejercicio de contracondicionamiento cerca de otros perros, pero lo suficientemente lejos de ellos para que tu perro no reaccione mal. La clave es encontrar ese punto medio. Y aquí es cuando entra en juego la desensibilización.
La desensibilización
Se conoce como desensibilización al proceso de acostumbrar a un perro a algo comenzando con niveles bajos de estímulo y luego trabajando gradualmente hasta llegar al punto máximo.
En el ejemplo que manejamos la idea es que poco a poco puedas acercar a tu perro al espacio donde están los otros perros o cualquier estímulo que le dé miedo.
Va un ejercicio:
Sitúa a tu perro a 6 metros de distancia de un perro tranquilo y quieto. Cuando tu perro se dé cuenta que hay otro perro, dale un premio increíble. Cuando el otro perro se haya ido, lo maravilloso (el premio) también debe irse.
Mueve a tu perro más cerca del otro lomito poco a poco. Mantén a tu perro por debajo del umbral. Solo disminuye la distancia cuando tu perro está concentrado en anticipar el premio.
Una vez que tu perro pueda estar al lado del perro quieto y tranquilo, regresa a la distancia de 6 metros y haz que el otro perro se mueve paralelo a tu perro. Nuevamente, dale algo maravilloso a tu lomito cuando se dé cuenta que hay otro perro ahí.
Recuerda que este proceso puede llevar meses y mucha disciplina. Cuanto más tiempo un perro sienta algo negativo por un estímulo, más tiempo llevará la desensibilización y el contracondicionamiento.
Si sientes que el proceso es demasiado complicado y no ves avances, no dudes en consultar a un adiestrador canino de
Inteligencia Canina e, incluso, a un especialista en comportamiento animal.
Cómo ayudar a un perro reactivo [Vídeo]






