Qué colores ven los perros: ¿por qué los perciben así?

Introducción

Cuando se trata de la visión de los perros, muchas personas se preguntan qué colores pueden ver y cómo perciben el mundo que los rodea. A diferencia de los humanos, los perros ven el mundo a través de una paleta de colores limitada.

La visión de los perros es notablemente diferente a la de los humanos, y esto se debe en gran medida a la anatomía de sus ojos y la composición de sus retinas. Para entender mejor cómo los perros ven los colores, es esencial conocer algunos de los factores clave que influyen en su percepción visual.

La anatomía de los ojos de los perros

Los perros tienen una visión binocular limitada en comparación con los humanos, lo que significa que su campo de visión está más orientado hacia los lados en lugar de hacia adelante. Esta característica se debe a la posición de sus ojos en la cabeza y está relacionada con su historia evolutiva como cazadores.

La parte más crítica para entender cómo los perros ven los colores es la composición de sus retinas. Las retinas de los perros contienen principalmente dos tipos de células sensibles a la luz, conocidas como conos y bastones. 

Los conos son responsables de la percepción del color, mientras que los bastones se encargan de la visión en condiciones de poca luz.

Por ejemplo, los perros ven mucho mejor que nosotros en la oscuridad precisamente porque tienen más bastones en la retina, lo que les permite ver en condiciones de poca luz. 

La visión de los colores en los perros

A diferencia de los humanos, que tenemos tres tipos de conos que nos permiten ver una amplia gama de colores, los perros tienen solo dos tipos de conos. Esto significa que su capacidad para percibir colores es limitada en comparación con la nuestra. 

Los conos en los ojos de los perros son sensibles a longitudes de onda en el espectro azul y amarillo, pero no pueden distinguir entre colores como el rojo y el verde. 

En otras palabras, los perros ven el mundo en una gama de colores que va desde el azul al amarillo, pero no pueden percibir el rojo, el verde ni los matices intermedios.

Aunque los perros ven colores, su percepción del mundo visual es diferente a la nuestra. Por ejemplo, los perros no ven la tele como nosotros, ya que su capacidad visual es diferente. 

Los humanos necesitamos que pasen un número determinado de imágenes o fotogramas por segundo para percibirlas como una secuencia continua, con movimiento. En cambio, los perros necesitan un número de imágenes por segundo mayor para percibir el movimiento.